martes, 2 de febrero de 2016

SINOPSIS HISTÓRICA




SINOPSIS HISTÓRICA DE LA CARRETERA GUALACEO-LIMÓN


“Si deseas conocer el camino delante de ti, pregunta a quienes ya lo han recorrido”.

 
Imagen de Limón-Indanza,correspondiente a décadas pasadas 

Esta carretera, al igual que otras que se construyeron, para articular la Región Interandina, con la Región Amazónica, se inició en 1939, con recursos del Presupuesto General del Estado, cuya dirección y construcción estaba a cargo del  Ejército Nacional, (Rengel 1956, 31). Habiendo dirigido su construcción los primeros años, el capitán de Ingenieros,  Humberto Garcés, graduado en  la Escuela de Artillería e Ingenieros, de la Universidad de las Fuerzas Armadas-ESPE. 
Se aspiraba empalmar la vía con un puerto fluvial en el Santiago,  que  se proyectaba erigir a futuro, en un punto navegable de ese río amazónico. Considerándola por ello, de importancia estratégica, debido al avance peruano en la zona oriental. Desde sus inicios, amplios sectores de la ciudadanía azuaya, hablaban con más exactitud, de la carretera Cuenca-Gualaceo-Limón-Yaupi-Santiago, aludiendo además, a su corta extensión y a su menor costo, en contraposición con la carretera Cuenca-Paute-Méndez-Morona, que se venía construyendo desde el referido año, y que se consideraba la más costosa, la más difícil y la de mayor longitud.
En 1941, la suspirada vía, avanzó cuesta arriba, hasta el páramo de Culebrillas-a cierta distancia de Gualaceo-. Este  primer tramo de carretera, aunque angosto, permitía la circulación vehicular, conforme se demostró, mediante una carrera de prueba, verificada el 20 de enero del precitado año, en presencia de autoridades provinciales y de distinguidos ciudadanos azuayos. Los meses subsiguientes, continuó subiendo el trabajo de construcción, hasta trasmontar las gélidas cumbres del Patococha. La obra descendió posteriormente a la vertiente oriental, hasta el tambo de San Vicente- más o menos, a mediados de 1941-, (Rengel 1941, 9).
Pese al relativo progreso de la obra, el  afirmado de la carretera, cubría únicamente determinada longitud; habiendo desaparecido por falta de mantenimiento, gran porcentaje de vía transitable. Para el año de 1955, Rafael Cordero Tamariz señala el estado de la vía indicando que “Hace 10 años,  la carretera avanzaba hasta Culebrillas, esto es a inmediaciones del Cerro Patococha, en la Cordillera Oriental (...) Pero, este último tramo de carretera, por descuido, ha desaparecido en diez años en la extensión de 10 kilómetros -hasta Chaucán-. 
La mentada obra, se estancó largo tiempo, en el cieno del olvido y el abandono,  debido entre otros factores: a la desidia de las autoridades de turno, a la estrechez  económica  y a la ausencia de equipo caminero. Persistía además el acalorado debate, sobre las ventajas que ofrecía la carretera Cuenca- Gualaceo-Limón-Yaupi-Santiago, respecto a la  Paute –Méndez-Morona. Pasaron bastantes años y no se  había retomado su construcción. Se descuidó su mantenimiento, desapareciendo por ende varios kilómetros de vía. 
Luego de muchos años de inacción del gobierno y las autoridades, se vislumbra una luz al final del camino. Un impuesto grabado al bolsillo de los ecuatorianos, constituyó  la “tabla de salvación”  de esta “pobre” y olvidada región de la patria- aún no se había explotado el petróleo en la Región Oriental-. En virtud del Timbre Orientalista, creado el 15 de diciembre de 1955 por la Legislatura, la Región Amazónica, contaba con ingentes recursos para la vialidad. Según el distinguido escritor y patriota, doctor Manuel Eloy Rengel, (1956, 6)  “El rendimiento del Timbre Orientalista se calcula entre ocho y diez millones de sucres por año. La ley que lo crea contempla la posibilidad de la contratación de un empréstito cuantioso, posiblemente cien millones de sucres”.
A la Junta Nacional Pro Oriente (JUNO), como institución  administraba de dichos recursos, le correspondía  seleccionar la vía a construirse en cada provincia oriental con los fondos del Timbre Orientalista. En lo atinente a la provincia de Morona Santiago, numerosos ciudadanos cuencanos, así como también, de los cantones Gualaceo y Limón-Indanza, solicitaron a la JUNO; se priorice la construcción de la carretera Cuenca-Gualaceo-Limón-Yaupi-Santiago, en atención a las ventajas que ofrecía esta ruta: costos, distancias, defensa territorial, seguridad nacional, etc.
Los primeros días del mes de marzo de 1956, llegan a Limón- Indanza, los ingenieros: Jorge Valdivieso y Jaime GómezJurado,  miembros de la JUNO, para realizar estudios técnicos de observación, sobre el trazado de la vía tantas veces mentada. Conforme señala J. Gonzalo Orellana (1957, 183) “La máxima aspiración de esta grande y progresista zona oriental es la terminación de la carretera Cuenca-Gualaceo-Limón-Yaupi. Al respecto, con la creación del Timbre Orientalista, la JUNO y Junta Nacional Pro-Oriente, con estudios meditados, serenos y técnicos, acaba de darle prioridad a esta vía en la Provincia Morona Santiago (…)”
Transcurrido el tiempo, nadie más volvió a mencionar la carretera Gualaceo-Limón-Yaupi- Santiago. La vía tomó un nuevo curso, formando un recodo  en  el cantón amazónico de Limón Indanza: se habló entonces de la carretera Gualaceo-Limón-Macas.  El 16 de marzo de 1958, el doctor Rafael Cordero Tamariz, senador de la provincia de Morona Santiago, da a conocer a la  Ilustre Municipalidad de Limón-Indanza, la licitación para la ejecución de la obra.
El Centro de Reconversión Económica de Azuay Cañar y Morona Santiago (CREA), asume la construcción de ésta vía; así nos da a entender el distinguido jurista y escritor limonense, Luis Alejandro Galarza Samaniego (2002, 168), aunque sin precisar el año: “(…) a la fecha el CREA había comenzado la construcción de la carretera Gualaceo-Limón. Serían los años de 1955 al 1960 (…)”
En noviembre de 1960, el presidente de la República, doctor José María Velasco Ibarra, aprovechando su presencia en la ciudad de Cuenca, con ocasión de los festejos de independencia de dicha ciudad, inspecciona la carretera Gualaceo-Limón, en plena construcción. Una comisión integrada por varias autoridades del cantón Limón-Indanza, se hace presente en Patococha, para expresarle un saludo y solicitar al Primer Mandatario,  la continuación de los trabajos.  
En 1963, en  Surorancho- vertiente oriental-  se inaugura el tramo de carretera, Zapote-Surorancho. Asisten a este evento, autoridades azuayas y el presidente del Municipio de Limón-Indanza, señor Salvador León Veloz.
A finales del precitado año, acude una comisión a la ciudad de Quito, representando a la  Ilustre Municipalidad de Limón-Indanza. Consigue que el equipo caminero, que a la sazón, se encontraba trabajando en la carretera Puyo-Tena; próxima a concluir  en febrero de 1964, sea  posteriormente trasladado a la  Gualaceo-Limón.
En 1964, el coronel Segundo Deifilio Morochz Jimbo, ministro de Obras Públicas de la Junta Militar que gobernaba el país aquel entonces-  Contralmte. Ramón Castro Jijón, Gral. Luis Cabrera Sevilla, Gral. Marcos Gándara Enríquez y Cnel.  Guillermo Freile Posso-,  asigna un millón de sucres para la continuación  de la obra.
El CREA puso el máximo empeño en la conclusión de la vía, la misma que se inaugura el 12 de diciembre de 1968, fecha de conmemoración de los fastos cantonales de Limón- Indanza. Asisten  a este magno evento, diversas autoridades: locales,  provinciales y nacionales e invitados de honor;  así como también el pueblo, gran beneficiario de la obra, (Véase, Historia Política y Administrativa de Limón Indanza: 1950-1984).
Luego de cuatro décadas de bregar por difíciles senderos, abiertos por la mano del hombre en la agreste geografía, nace una luz de esperanza para los olvidados pueblos amazónicos. Lo que durante muchos años fue un sueño, un anhelo, una aspiración, un derecho imprescriptible de Limón -Indanza, y de la patria toda;  comienza en el presente a hacerse justicia, a colocarse la primera piedra, a transformarse en realidad: el asfaltado de la vía Gualaceo-Limón. Sobre este punto no abundaremos en mayores detalles, abordaremos únicamente ciertos aspectos relevantes.
En diciembre de 2009, el ministro de Transporte y Obras Públicas, David Ortiz, suscribe con el representante de la Empresa Constructora Hidalgo e Hidalgo S. A., el contrato para la reconstrucción a nivel de asfalto de la vía Gualaceo-Limón: Tramo Gualaceo-Plan de Milagro, con una longitud  total de 70, 77 kilómetros, y un ancho de  8,70 metros;  señalándose para el efecto  el plazo de 24 meses, esto es, hasta finales del 2011. En vista de que la referida empresa, no logra concluir la obra en el plazo pactado; mediante contrato complementario firmado a mediados de 2012, se establece una prórroga por 18 meses, es decir, hasta junio del 2013. Al incurrir  nuevamente en mora la empresa, respecto a sus obligaciones contractuales, resuelven de manera consensual, dar por  terminado el contrato.
En tal virtud, el 23 de diciembre de 2013, los ingenieros: Fabián Pérez y Edgar Ochoa Maldonado, en calidad de director provincial del MTOP-Azuay, y procurador del Consorcio Gualaceo-Limón respectivamente, suscriben el contrato, correspondiente a la realización de los trabajos pendientes;  estableciendo  el  plazo de un año, para la entrega-recepción de la obra. Lamentablemente y para desgracia nuestra, y pese a la prórroga otorgada, la que finalmente se convierte en ultimátum;  el contratista  incurre en la misma omisión que su predecesor: la mora.   Por lo que, a mediados de junio de 2015,  resuelven finiquitar  dicho contrato.
Ha transcurrido varios meses desde aquella fecha. Ha discurrido mucha agua bajo los puentes, sin que hasta la presente se haya suscrito nuevo contrato, previa licitación pública. Mientras tanto, la vía permanece abandonada a la buena de Dios. Expuesta a constantes deterioros.
Y, proseguirá seguramente el interminable desfile de contratistas. La  interrogante que nos formulamos todos es: ¿hasta cuándo?
Bueno, tal parece que la vía se estira demasiado, cual  serpiente colosal que se resiste a ser domada.
Esta es apenas una sinopsis,  de la dilatada y escabrosa historia de la carretera Gualaceo-Limón. Anhelamos profundamente que este sueño colectivo de muchos ciudadanos, amantes del progreso y defensores de la patria; que este dulce sueño de todos, se cristalice finalmente. Que se haga realmente justicia. Que se concluya íntegramente el asfaltado de esta vía, relegada a segundo y quizá a tercer y hasta cuarto plano, por tantos y tantos gobiernos, através de tantos y  lustros.
 BIBLIOGRAFÍA
CORDERO TAMARIZ, Rafael. “Cantón Limón Indanza, Provincia Morona Santiago: Datos y cifras más importantes”. Talleres Gráficos Nacionales. Quito-Ecuador. 1955.
GALARZA SAMANIEGO, Luis. “Itinerario por los pueblos de la Región Amazónica”. Imprenta Nueva Jerusalén. Quito-Ecuador. 2002.
GOBIERNO MUNICIPAL DEL CANTÓN LIMÓN INDANZA. “Historia Política y Administrativa de Limón Indanza”. Tomo I. 2008.
HERMIDA PIEDRA, César. “En busca de el dorado: Crónicas de viajes por el Oriente Azuayo”. Editorial Daniel Toral León. Cuenca-Ecuador. 1970.
ORELLANA, J. Gonzalo. “Limón- Indanza, Cantón y Ciudad Oriental”. En: “Resumen Histórico del Ecuador: Apuntaciones Complementarias 1947-1957”. Editorial Fray Jodoco Ricke. Quito-Ecuador. 1957.
RENGEL, Manuel E. “La Carretera Sur-Oriental Cuenca, Gualaceo, Limón, Santiago”. Tip. Alianza. Cuenca-Ecuador. 1941.
RENGEL, Manuel E. “La Carretera Gualaceo-Limón-Yapi en la Provincia Morona Santiago”. Editorial Amazonas. Cuenca-Ecuador. 1956.
RESTREPO GUZMÁN, Marco Tulio. “Estado, Conflicto y Actores en la Amazonía: El caso de Morona Santiago (1940- 1992)”. CEDIME. Primera Edición. 1997.
DIARIO EL MERCURIO. Cuenca-Ecuador. Ediciones: 13 de diciembre de 2009, 29 de octubre de 2013, 5 de julio de 2014 y 19 de enero de 2016.
DIARIO EL TIEMPO. Cuenca-Ecuador. Ediciones: 24 de diciembre de 2013 y  19 de junio de 2015.

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